La Universidad Pública de México

La Universidad pública-nacional, como primera institución de educación superior.

Los antecedentes de la universidad mexicana moderna datan del proyecto presentado por Justo Sierra en la Cámara de Diputados el 11 de Febrero de 1881, quien era ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, se preocupó por la educación primaria y fundó la Universidad Nacional Autónoma de México.

La Universidad ha sido el resultado de un largo proceso de la Modernidad, desde la Baja Edad Media y durante varios siglos en los contextos del avance del Estado desde el capitalismo, la industrialización, los conflictos de clases, grupos e instituciones hasta los cambios y conflictos políticos.

Su función como institución educativa es el desarrollo general del país, para el avance de la cultura Nacional de todos los mexicanos, en la ciencia y en educación superior. La considero Monsivais “una de las razones de ser de la República”.

La responsabilidad de las universidades publicas, no es solamente que los estudiantes se formen, sino que también se reciban. Algunas han tratado de superar los obstáculos organizativos, eliminando la tesis, otros organizando talleres para que las tesis se produzcan masivamente. Pocos asumen el proceso de titularse como un proceso controlado.

En su conjunto, en los últimos decenios ha tenido una expansión y una diversificación considerable con realizaciones y éxitos, pero también con restricciones y desajustes con retos constantes y crisis, pero ante todo un compromiso con el país. A lo largo del la universidad se han originado carreras, por las nuevas demandas.

En el periodo de marzo a diciembre de 2005, el Observatorio Laboral recibió 601 000 consultas; de un sondeo realizado entre 2 269 usuarios, 45% de ellos eran estudiantes del tipo medio superior, 32% de licenciatura y 23% de secundaria. Entre los indicadores que se consideran para analizar la relación se encuentran el número de ocupados por carrera en los últimos 10 años, por grupos de edad y para carreras similares, así como tendencias históricas de crecimiento de ocupados para carreras para los dos y cinco años.

De acuerdo con el Observatorio Laboral, 13% de la población ocupada en 2005 contaba con estudios profesionales, y de ellos casi una tercera parte estudió una de tres carreras en áreas no tecnológicas: a) contaduría y finanzas; b) administración; y c) derecho, a pesar de la amplia y diversificada oferta del sistema de educación superior en el país. El 30% de los profesionistas ocupados desempeñaban actividades que no tenían nada que ver con la profesión.

La Universidad se concibe y actúa según un ideal educativo, un poder espiritual de papel bienhechor. Se asume como sede de la razón, de la búsqueda de la verdad por una comunidad de cultura que forman maestros y alumnos.

Propuestas para la Universidad Pública

En el auditorio Antonio Caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se dio cita para la conferencia “La Universidad Pública” que dicto el escritor Carlos Monsiváis, donde participaron el Dip. Tonatiuh Bravo, Lic. Rolando Cordera, Dra Raquel Serur y por su parte, el rector de la UNAM, José Narro Robles desde las 11:30 se encontraban recibiendo a los estudiantes y junto con algunos invitados personal de la universidad, para dar inicio en punto de la 1:00 pm.

El rector de la UNAM, José Narro Robles, quien fue el último participante en la conferencia, aseguró que México requiere instituciones públicas fortalecidas, con mayores recursos destinados tanto a la educación superior como a la investigación científica y tecnológica, “pero también es responsabilidad de todos los sectores sociales comprender que en una institución de esta naturaleza se debe actuar con gran libertad, autonomía y profunda responsabilidad social”.

Sin el fortalecimiento de dicho nivel de enseñanza “no vamos a salir adelante en la llamada sociedad del conocimiento, no vamos a vender servicios fundamentales y a tener una democracia, pues para avanzar requerimos una sociedad mucho más educada”.

En la actualidad al sector educativo no se destina mucho presupuesto y si no hay mayor inversión en esté sector, en algunos años “vamos a encontrarnos con el reclamo que vemos en otras áreas, de que hubo desatención intencional, descuido absolutamente programado para desmantelar la enseñanza superior pública”.

El desarrollo ha llevado un proceso bajo la presión y la influencia de los grupos dominados que buscan su propia libertad iniciando grandes conflictos estudiantiles, entre alumnos y gobierno, aunque para ello provoque un desequilibrio de la institución.

Todo el avance ha llegado a tener un reconocimiento mundialmente, obteniendo uno de los primeros lugares y así se incorpora con adaptaciones y desarrollos, propios de nuestro país, aunque todavía nos falta mucho para colocarnos en conjunto con otros países desarrollados.

En la universidad pública, se necesita prolongar el abandono presupuestal y atentar contra su condición de instituciones laicas, donde son tradición es la libre expresión y el debate de ideas, que pone en riesgo no sólo el sistema nacional de educación superior, sino el futuro de la nación.

La universidad es un espacio no sólo abierto al pensamiento y la reflexión plural, sino una esperanza para miles de jóvenes que desean construir una mejor sociedad.

Monsiváis destacó el papel de la universidad pública como espacio de libertades, representación nítida del Estado laico y de las razones de ser del laicismo, pero también como instituciones que preservan y enriquecen “críticamente” el interés por lo nacional, pero sin descuidar el conocimiento y la pasión por lo internacional.

Finalizo que quienes desde las más altas posiciones del gobierno califican a la UNAM de “refugio de holgazanes y malvivientes son los mismos que en otro nivel y con el candor de la impudicia se preguntan qué perdería el país con refinerías privadas”.

Universidad de masas

A todo esto es necesario eliminar la “carga opresiva” del concepto de universidad de masas, el cual alimenta el “prejuicio sobre la degradación estudiantil y académica, porque la academia es la masa crítica que remplaza a los intelectuales públicos, que son una especie en extinción”.

Monsiváis señaló las limitaciones de la universidad pública, debido a la concentración en algunas carreras y la reacción “pasiva” de las instituciones de educación superior ante las demandas de desarrollo equilibrado y “tendencialmente crítico”.

Concluyeron que la universidad pública, debe estar al servicio de la sociedad, no puede obedecer únicamente las leyes del mercado, y es responsabilidad del Estado mexicano su fortalecimiento y consolidación.